sábado, 27 de marzo de 2010

HAZTEMA XXIV ¿Quieres ser mi amigante?




Para Tamara Tamore


Pedro Contreras encontró por primera vez la palabra “amigante” el 14 de Mayo de 1986 en la puerta del retrete de alumnas de su Facultad, año en que terminaba su carrera de Filología bíblica trilingüe en la Universidad Complutense de Madrid, mientras escribía un reportaje para una revista underground sobre la literatura de retrete en los años gloriosos de la movida madrileña. Debajo de esa entonces extraña palabra, estaba escrito con rotulador rojo (evítese el simbolismo de este color por obvio) venían desglosados cinco principios a modo de Pentálogo. También había un sexto principio escrito con mezcla de humores corporales, cuya legibilidad era más que dudosa, y por el estilo y el espíritu disonaba de los otros cinco, por lo que el filólogo bíblico decidió prescindir del mismo.
Pedro Contreras trasladó ese pentálogo a una libreta en donde llevaba las cuentas caseras de su Colegio Mayor, pero desgraciadamente se le acabó extraviando, y a la sazón en una comida de un congreso sobre Fray Luis de León, recreó de memoria y algo achispado por el vino y amodorrado por las cinco lecciones magistrales del día, aquellos cinco luminosos principios sobre la teoría del “amigante” que yo copié con fervor juvenil en una servilleta que luego se mancharía de grasa de pisto manchego. En aquel breve encuentro, me comentó lo que yo ya sospechaba, que había reemplazado algunas voces escabrosas por otras más neutras. Por la doble repetición del vulgarismo rioplatense, “coger”, infirió que el autor de dicho pentálogo era argentino, aunque también podría ser mexicano. Y por haberlo extraído de una puerta de retrete de mujeres, una mujer, aunque más bien pensó en un hombre aficionado a colarse en los servicios de las alumnas.
Hace diez días, ordenando mis papeles, descubrí esa servilleta con el Pentálogo del amigante, en una carpeta de apuntes amarillentos y desganados que versaban sobre la célebre traducción sanfraluina de El Cantar de los cantares y ahora a petición de mi amigante Tamara Tamore, nombre obviamente trastocado para preservar su intimidad, se la envío a usted para que la cuelgue en su irreverente blog de El feto flamenco en el apartado de los haztemas, y con la libertad y licencia de que Feto-olé pueda retocarlo conforme a su estilo y apetencias y actualizarlo a los tiempos que corren He aquí estos cinco principios que explican y desarrollan la teoría del amigante:


1º La palabra amigante es una voz híbrida de amigo y amante y se encuentra en una equidistancia imperfecta entre ambas. Pues toma lo mejor del amigo que es mucho y lo menos malo del amante que es poco.
2º El amigante es mucho más que un amigo y mucho menos que un amante. Del amigo toma la confianza entrañable, el afecto sereno, igualitario y nivelador, (nadie es más que el otro), la capacidad para ponerse en el lugar del otro, la asunción de sus virtudes y defectos, el no deseo de cambiar al otro, las múltiples e incesantes complicidades, etc., etc., etc.; del amante toma la atracción sexual felizmente consumada, no como una necesidad para compensar las carencias o frustraciones conyugales o vitales, sino como una derivación o emanación natural y espontánea de la amistad.
3º El amigante está también situado a un nivel superior de la categoría esposo, pues la rutina en la relación es su enemiga, y no se crean lazos de dependencia económica, social, cultural, étnica, afectiva, o sexual. Por lo que el amigante encontraría en la trillada metáfora de su media naranja su mejor expresión.
4º El amigante es un paso más allá de la amistad, un paso lúcido, generoso y valiente, pues la consumación sexual es más una exploración espontánea en otros territorios de la amistad que un acto de seducción y doblegamiento, por lo tanto cuando dos amigos hacen el amor no hacen cosas muy diferente de pasear o ver una película juntos o compartir una comida entrañable o mirar un cuadro.
5º El amigante evita caer en todas las limitaciones dolorosas de los amantes, el sexo compulsivo y desesperado de los jueves, la relación furtiva y clandestina, la usurpación del papel del esposo o esposa, la dependencia absorbente, la culpabilidad adúltera, las imposiciones tiránicas y los deseos de promoción o relegamiento de la esposa oficial, así como la reproducción a pequeña escala de todos los miserables ritos conyugales.


Feto-olé


miércoles, 17 de marzo de 2010

REGINA

UNA REINA
Mi tía-abuela ha muerto.
Tenía noventa años.
Vivía ahora en un asilo, con dolores, con cáncer, sola, con sus recuerdos de infancia...

Ella también forma parte de mis recuerdos de infancia. Con José, su gran amor, en Gandía, en la playa. Cada año iban allí al piso que tenía mi madre por entonces.
En invierno cada dos domingos los visitábamos en la calle Dr. Esquerdo y comíamos con ellos.

Hace unos años cuando aún no había muerto Jose -por entonces, no era más que un enfermo, un fantasma de sí mismo; ella lo cuidaba y estaba cansada, muy cansada- estuvimos hablando de sus padres, de la educación que recibió, de sus hermanos y hermanas, ya muertos. Uno de ellos, mi abuelo...
Aquí está esa fotografía en la que todas las hermanas están vestidas de negro, días antes de que muriera mi abuelo, el día de la primera comunión de mi madre...
Hablamos también de la primera casa donde vivió sus primeros diez años de vida. Y me dijo para terminar: "¡Me gustaría tanto volver a ese lugar!"
En los últimos meses ya ni siquiera nos reconocía... Pero su infancia la recordaba con tanta nitidez... Quería volver allá...

Ya ha vuelto.
Será enterrada en Tarancón con su gran amor, con sus padres, junto a sus hermanos y hermanas.

Que la tierra te sea leve, tía, Regina, reina.


Feto-Garci.

sábado, 13 de marzo de 2010

HAZTEMA XXIII CATEDRALES DE LA MODERNIDAD



Las instalaciones minimalistas de materiales pobres de derribo, hechos con sacos, cáscaras de huevos, plásticos chamuscados y chatarrra, salen por un ojo de la cara, mucho más caras que las esculturas de Miguel Ángel hechas con materiales nobles... cuando se exponen en el Guggenheim de Bilbao o el Reina Sofia de Madrid o en la Tate Modern Gallery o en el Moma newyorquino, pues en dichos lugares el metro cuadrado construido y recalificado vale su peso en oro. Así que el famoso urinario de Duchamp arrancado de cuajo de un retrete de una estación, expuesto en el Lourve, es mil veces más caro que el váter de la Reina de Inglaterra en Buckinham Palace o que el lavabo de oro de Onassis en su yate o que todos los urinarios del Vaticano juntos. Contradicciones de la posmodernidad. Con materiales de vertedero se contruyen las catedrales suntuarias del arte moderno en donde lo fundamental es el envoltorio. Como si nos dieran un caramelo lleno de mierda envuelto en un papel rutilante y perfumado.
Feto-olé

domingo, 7 de marzo de 2010

HAZTEMA XXII ESTULTISMO


Pedro Contreras les propuso a sus alumnos, que al igual que hiciera el ingenioso Gómez de la Serna, hacía la tira de años... se inventaran un ismo y parieran un manifiesto en un pis pas. Podían llamarlo Estultismo y tener algunos de estos requisitos.

1º Todos los miembros del Grupo Estultista deben ser analfabetos funcionales, a pleno rendimiento, pues son tan productivos, que no les queda apenas tiempo para leer ni las esquelas.
2º Son carne de taller literario ya sea como alumnos romos, alumnos aventajados o como maestros.
3º Se toman la literatura como un pasatiempo grave o un deber inaplazable o un sacerdocio de cerdos que buscan estrellas reflejadas en el barro, lo cual es preocupante. (A estas alturas.)
4º Como dice García Márquez son iniciadores de historias, pero rara vez las culminan y tampoco creen en los géneros literarios, porque no los distinguen.
5º Son monomaniáticos de uno o dos escritores y de gustos exclusivistas. Todo lo que no sea de Fulanito o Menganito les aburre hasta la náusea y no tiene paciencia para pasar de la tercera página.
6º Tienen mala fe y mala uva y son incapaces de dar una impresion constructiva y desinteresada sobre el trabajo de sus coetáneos o vecinos.
7º Se pasan los clásicos por el forro o la entrepierna, o acaso les gusta uno porque le ven su aura de maldito, y reivindican la literatura contemporánea, que apenas conocen.
8º Usan latiguillos obsesivos y vacuos para calificar un texto, como este cuento tiene trampa o hay un exceso de información desvelada o hay poco riesgo o no te manchas lo suficiente o está descompensado o es muy previsible como si el Quijote y Hamlet no lo fueran en todo momento.
9º Si en vez de la literatura gozara la filatelia del mismo glamour, se dedicarían a la filatelia con el mismo empeño y fervor.
10º Y lo que es peor no leen el periódico y lo tienen a gala, no sea que la realidad les contamine....y les de por escribir algo medianamente realista.


Feto-olé