Un novelista portugués declaró en una ocasión que había renunciado al amor de una mujer para que no le quitara tiempo para escribir. Hay que reconocer que a esta empresa le cuesta ponerse en su lugar.¡¡¡¡¡¡¡¡¡ Renunciar a la vida para consagrase a la fantasmagoría del arte!!!!!! Este tipo se olvidó de que el día tiene 24 horas, de que a su provecta edad el acto sublime del amor no dura más de diez minutos, (como mucho), y que a lo mejor le podía haber salido una novela tan alegre como su bragueta después del revolcón.
domingo, 20 de febrero de 2011
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Felicidades Feto-Olé. Has llegado a los cien comentarios con un haztema genial. Gracias, feto-Olé. Gracias a ti el feto flamenco sigue vivo aunque los demás lo hayamos abandonado... Ánimo, te seguimos leyendo y disfrutando.
ResponderEliminarGracias, Santi, pues este me de febrero como veras es el mes que menos he colgado y estaba bastante desanimado... con continuar este blog fantasmal... que a parte de 4 locos no se quien pueda leerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.