Pedro Contreras sufría mucho a la hora de poner un título sugestivo y prometedor a sus novelones y a sus dramas. A veces recurría a los alumnos aventajados de su taller... pero estos le proporcionaban unos títulos insulsos o pretenciosos... Hasta que un día le dijo su viejo amigo de la infancia, Bonifacio Bustamante. ¿A ti te gusta como suenan Don Quijote de la Mancha, El perro del Hortelano, El alcalde de Zalamea, Coplas por la muerte de su padre, La Celestina, Fortunata y Jacinta, La Regenta, Crimen y Castigo, Guerra y Paz, o El Ulises? ¿No opinas que haciendo una laboriosa abstracción de la calidad indiscutible de estas obras parecen títulos de zarzuelas de segunda categoría? Pues.... mira para lo que vale un título. Si la novela es un ladrillo el título no la va a mejorar. Es como ponerle un envoltorio de celofán a una mierda de vaca.
sábado, 30 de octubre de 2010
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