FÁBULAS HUMANAS PARA ANIMALES DOMÉSTICOS
El cerdo rapsoda
Entre las fábulas más celebres y crueles sobre seres humanos que circulan entre los Cerdos de El corredor del Henares está la que cantó, rimó, gruñó y luego escribió el Cerdo rapsoda mayor en un lodazal y que posteriormente fue transmitida a lo largo de varias generaciones con leves cambios por vía oral. Se han encontrado ejemplos de la misma fábula con ligeras variaciones y deturpaciones entre las comunidades de Cerdos de la Patagonia, California, y Nueva Inglaterra y el Ring de Kerry, y también en los Balcanes. Esta es la fábula:
Érase una vez un hombre muy flaco y muy limpio y muy bien vestido, (pues los seres humanos no solo se visten sino que también se pueden vestir bien, mal o regular según su propia perspectiva), que iba a una entrevista de trabajo un día muy lluvioso y al ir a cruzar una calle un coche que pasaba rápido le salpicó las perneras de los pantalones. Entonces no supo qué hacer: si volver a su casa a cambiarse de ropa o ir a la entrevista con los pantalones sucios. Y como se quedó parado en mitad de la calle durante diez minutos, no vio venir un autobús que le arrolló y le hizo papilla y le manchó todavía más el traje, no solo de lluvia y barro, sino también de su propia sangre y entresijos, y a partir de ese momento, no tuvo que decidir si iba a la entrevista o volvía a casa a cambiarse los pantalones.
Y todos los cerdos que escuchaban esta historia empezaron a reírse a mandíbula batiente y a revolcarse por el lodalzal hasta partirse el alma.
El cerdo rapsoda
Entre las fábulas más celebres y crueles sobre seres humanos que circulan entre los Cerdos de El corredor del Henares está la que cantó, rimó, gruñó y luego escribió el Cerdo rapsoda mayor en un lodazal y que posteriormente fue transmitida a lo largo de varias generaciones con leves cambios por vía oral. Se han encontrado ejemplos de la misma fábula con ligeras variaciones y deturpaciones entre las comunidades de Cerdos de la Patagonia, California, y Nueva Inglaterra y el Ring de Kerry, y también en los Balcanes. Esta es la fábula:
Érase una vez un hombre muy flaco y muy limpio y muy bien vestido, (pues los seres humanos no solo se visten sino que también se pueden vestir bien, mal o regular según su propia perspectiva), que iba a una entrevista de trabajo un día muy lluvioso y al ir a cruzar una calle un coche que pasaba rápido le salpicó las perneras de los pantalones. Entonces no supo qué hacer: si volver a su casa a cambiarse de ropa o ir a la entrevista con los pantalones sucios. Y como se quedó parado en mitad de la calle durante diez minutos, no vio venir un autobús que le arrolló y le hizo papilla y le manchó todavía más el traje, no solo de lluvia y barro, sino también de su propia sangre y entresijos, y a partir de ese momento, no tuvo que decidir si iba a la entrevista o volvía a casa a cambiarse los pantalones.
Y todos los cerdos que escuchaban esta historia empezaron a reírse a mandíbula batiente y a revolcarse por el lodalzal hasta partirse el alma.
QuE bOnIta FaBuLa
ResponderEliminarjajajajajajaja tienes razon pero no me gusta por que no hay mas dibujosss iuch
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