lunes, 8 de noviembre de 2010

HAZTEMA. LOS ENCANTADORES DEL LENGUAJE


Esta empresa se sorprende cada día más, de la sima abismal que existe entre el lenguaje políticamente correcto de los medios de comunicación y el lenguaje duro y espontáneo de la gente de la calle. De tal forma que el moro cabrón y traicionero, la tortillera camionera, el cegato o el viejo chocho gagá , se metamorfosean en el lenguaje de los periódicos o de la tele, en el magrebí sujeto a bolsas de marginación (como si la marginación se pudiera guardar en bolsas), en la lesbiana pletórica de orgullo lésbico, en el discapacitado sensorial y en el anciano afectado por el alzheimer, como si hicieran danzar la serpiente venenosa con la flauta de las palabras encantadas o les envolvieran en un papel de celofán , que luego la gente en sus conversaciones privadas, se complaciera o complaciese en quitárselo a mordiscos y desgarrones. Cuanto más fino y aséptico es el lenguaje de los medios, más bronco y degradante es el lenguaje de la gente.
Para paliar este desfase y provocar una retroalimentación entre ambos discursos, la empresa piensa, que en los medios, se busquen las medias tintas, y se adopten expresiones más desenfadas, de este calado, verbigracia: La torti encantada de sí misma, el vejete bien majo con la cabeza perdida, o el morito que no tiene donde caerse muerto, pero no es mala gente....

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