Las rosas, las azucenas, los lirios, las dalias, las amapolas han gozado de un neurótico, persistente e inmarcesible prestigio lírico para describir los encantos faciales de la amada hasta la náusea en la lírica universal de todos los tiempos, mientras que los productos de la huerta murciana y la dieta mediterránea: las alcachofas, las lechugas, las berenjenas, las zanahorias, los tomates, los nabos, el repollo, las remolachas, los espárragos trigueros, acaso por un problema de eufonía... no han dado ni para un poema bufo a la chica fácil de la pandilla.
¿Para cuándo un poeta horticultor epígono de Neruda, alcachofero vocacional donde los haya, que compare la lozanía fresca de una cuarentona con unos tomates catalanes, y la tersura y la tibieza de los muslos de una muchacha con un melón abierto de Villaconejos, o los pechos punzantes y turgentes de una adolescente anoréxica con unas coles de bruselas???????????????????
¿Para cuándo un poeta horticultor epígono de Neruda, alcachofero vocacional donde los haya, que compare la lozanía fresca de una cuarentona con unos tomates catalanes, y la tersura y la tibieza de los muslos de una muchacha con un melón abierto de Villaconejos, o los pechos punzantes y turgentes de una adolescente anoréxica con unas coles de bruselas???????????????????
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