Érase una vez unos niños que iban de la mano y un buen día descubrieron un desierto inmenso, y dijeron , qué bonito, para nuestros juegos este desierto, y decidieron llamarlo, sin saber por qué, el desierto flamenco.
Y entonces cada uno se puso a jugar en su duna. Uno hacía sombras absurdas con la mano sobre la arena todo el rato, y le parecían geniales sus sombras, otro cogía un palito y hacía dibujos extraños y le parecían geniales sus dibujos, otro modelaba la arena con raras formas, y le parecían geniales sus figuritas, otro se golpeaba la barriga con las manos y producía una música de tambor y le parecía genial su música, y a cada uno le parecía que cada cosa que hacía era genial genial genial, todavía más genial, que las cosas que hacían los otros, y el Dios de la genialidad se reía, mientras se sacaba un moco.
Y el que hacía sombras invadía las dunas de los demás, y decían, deja ya de hacer tantas sombras en nuestra duna: - Pero si el desierto es muy grande , exclamaba el de las sombras, -pues nada si te parece en vez de llamar a nuestro desierto el desierto flamenco, le llamamos el desierto de las sombras.
Y un buen día uno de ellos, empezó con un palito a escribir cosas de su vida en la arena y ocupó varias hectáreas del desierto, y los otros se enfadaron, y le dijeron, mientras le tiraban puñados de arena a los ojos, y la arena en los ojos escuece como las parábolas no evangélicas, pero por qué te metes en nuestras dunas, -pero si el desierto es muy grande, exclamaba, y entonces, se quedó callado un buen rato.
Y entonces apareció Vanessa Sobrado, y les dijo, pero niños si el desierto es muy grande y cogió un minúsculo grano de arena, y dijo, a que no os habías fijado en este minúsculo grano de arena. Pues según se mire, es tan grande como todo el desierto.
Y por la noche la oscuridad y un viento muy fuerte que sopló borró todas las sombras, todos sus dibujos, todas sus figuras, toda su música y todas sus palabras, y al día siguiente el desierto volvió a quedar inmenso y vacío como no lo había estado nunca.
Feto-olé.
Aunque en el texto se da el fenómeno de la inverosibilidad pura y dura, agradezco que por primera vez no me hayan sacado como una tonta, y quede como una filósofa de armas tomar. Este texto también lo entendí, pero después de entenderlo no sé muy bien, si se me hace cursi o está escrito con mala baba. Bueno, me voy a comer mi donus mañanero para endulzarme y recuperar mis michelines, que últimamente están chuchurríos..
ResponderEliminarVanessa Sobrado
Feto-Olé. Este texto es de las cosas más bonitas que he leído últimamente. Felicidades.
ResponderEliminarSir Feto V
He habilitado la opción "Moderación de comentarios". Sí, chic@s, ha llegado la censura a nuestro universo fetil, cosmogonía del pensamiento y guiño metaliterario al Miller más gonzo y gamberro.
ResponderEliminarSir Feto V
¿Y quién los va a moderar? ¿Tú?
ResponderEliminarNo lo descarto; en algunas circunstancias soy un defensor del aborto.
ResponderEliminarPara empezar, he decidido que tu comentario se publique. ¡Joder, me siento con el poder de hacer y deshacer! Por otro lado, ya he puesto en marcha mi Agencia de Espionaje para que rastree IPs indeseables. Así se las gastaba la República Federal de Alemania con los Baader-Meinhof.
Sir Feto V
Estimados Fetos:
ResponderEliminarHe desbloqueado la censura por petición del progre Feto Olé. ¡Ay, cómo añoro tiempos de antaño, uniformes grises y camisas azules! Snif.
Sir Feto V
Quería saber si en este blog se pueden decir palabras sexistas amén de gruesas como el coño de La bernarda, o tumbarse a la bartola o miembros y miembras o comeme la pepita hasta dejármela limpita o guerracivilista ... y si también me pueden dar bibliografía sobre las partes de la Santa Biblia que ha influido en ustedes
ResponderEliminarUna devota seguidora que se masturba con sus trifulcas.
Suponiendo que esto sea un blog literario, que ya es suponer, yo aceptaría las palabras COÑO (a Juan Manuel de Prada, me remito), BERNARDA(en honor de Bernard Shaw), BARTOLA en alusión al encumbrado Constantino (Bértolo), o PEPITA en alusión a Valera.
ResponderEliminarDe la Biblia, yo me quedo con las bodas de Cana y el milagro del vino, que me parece que resume el espíritu de este blog, que tiende a la milagrería y a a ebriedad.
Ann-Feta
Genial.
ResponderEliminarEL FETO MALAYO