Romance del prisionero
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Aunque el texto no se entiende muy bien, porque está escrito en versos cortos y tiene muchas palabras ipernóminas y algunas muy abstractas y es de la Edad Media, trata de un hombre que se enamora de Calandria y le regala unas flores, en concreto, trigo, y también le regala un ruiseñor, y como Calandria no le hace nada de caso, el señor se compra una ballesta se sube a una torre y se abre las venas con la ballesta mientras le dice a Dios que avise a Gallardón para que le lleve al hospital a ver si le hacen la autopista.
Ah, se me olvidaba, todo pasa en el mes de Mayo y por lo visto hace bastante calor, como era normal en la Edad Media en donde se pasaba mucho hambre y había muchas crisis demográficas.
El final es abierto, pues al final no se sabe que pasa con Calandria ni con Gallardón. En el texto, como siempre hay alguna que otra metafóra, y anestesia, e hiperbolón, pero no son fáciles de saber muy bien dónde se encuentran.
La profe del año pasado nos cantó este romance, y casi nos meamos de la risa, cuando le salieron tres gallos y un montón de perdigonazos, que me puso perdida la mochila, que nunca la abro, por cierto.
Vanesa Sobrado, alumna tripitidora de 3º de la ESO
Que por mayo era, por mayo,
cuando hace la calor,
cuando los trigos encañan
y están los campos en flor,
cuando canta la calandria
y responde el ruiseñor,
cuando los enamorados
van a servir al amor;
sino yo, triste, cuitado,
que vivo en esta prisión;
que ni sé cuándo es de día
ni cuándo las noches son,
sino por una avecilla
que me cantaba al albor.
Matómela un ballestero;
déle Dios mal galardón.
Aunque el texto no se entiende muy bien, porque está escrito en versos cortos y tiene muchas palabras ipernóminas y algunas muy abstractas y es de la Edad Media, trata de un hombre que se enamora de Calandria y le regala unas flores, en concreto, trigo, y también le regala un ruiseñor, y como Calandria no le hace nada de caso, el señor se compra una ballesta se sube a una torre y se abre las venas con la ballesta mientras le dice a Dios que avise a Gallardón para que le lleve al hospital a ver si le hacen la autopista.
Ah, se me olvidaba, todo pasa en el mes de Mayo y por lo visto hace bastante calor, como era normal en la Edad Media en donde se pasaba mucho hambre y había muchas crisis demográficas.
El final es abierto, pues al final no se sabe que pasa con Calandria ni con Gallardón. En el texto, como siempre hay alguna que otra metafóra, y anestesia, e hiperbolón, pero no son fáciles de saber muy bien dónde se encuentran.
La profe del año pasado nos cantó este romance, y casi nos meamos de la risa, cuando le salieron tres gallos y un montón de perdigonazos, que me puso perdida la mochila, que nunca la abro, por cierto.
Vanesa Sobrado, alumna tripitidora de 3º de la ESO
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Siguen ustedes, que supongo serán unos desaprensivos repetidores de 4º de E.S.O, y probablemente unos neofascistas y machistas, haciendo mofa,befa y escarnio de una obra de consulta escrita por una profesora altamente cualificada. Ya que copian hasta las comas, pdrían decir quien es el autor real y no mantenerse como skins embozados tras el personaje de una pobre niña. ¡Qué machismo tan asqueroso!
ResponderEliminarLo de neofascismo me ha llegao al corazón. Biba la jenialidaz de la vane. Presidenta, presidenta
ResponderEliminarSe nota que son ustedes unos jovenes cuando y solteros. porque si fueran; de ciencias o mayores aliterarían menos y no podrían por menos que. Se dan clases, particulares de, sintaxis. Y redacción.
ResponderEliminarJosé de Arimatea, Neonatólogo
No podría ser yo, amigo Feto. Yo no escribo tan mal. E incluso si me diera por poner comentarios anónimos, te aseguro que jamás permitiría tantas incorrecciones gramaticales. Yo cuido hasta los espacios. ¡Coño, que soy corrector y un purista hasta la médula!
ResponderEliminarSir Feto V